El P2 de Burdeos dejó momentos que se convertirán en icónicos: la campeona más joven de la historia, un nuevo clásico en la final y muchas otras anécdotas.
Andrea Ustero: la adolescente que rompió los récords
Hay veces en que el talento no espera. Andrea Ustero, con apenas 18 años, 1 mes y 24 días, se coronó en Burdeos como la campeona más joven de la historia del circuito Premier Padel, superando a Claudia Fernández que lo hizo con 18 años y 3 meses.
Lo consiguió junto a su compañera Sofía Araújo, en una semana mágica donde ambas firmaron un torneo de menos a más, creciendo con cada partido hasta imponerse en tres sets en la final ante Bea Caldera y Carmen Goenaga.
La zurda española, que muchos ya ven como una de las grandes joyas del deporte, dejó claro que el futuro ya es presente. Solidez, desparpajo y una madurez impropia de su edad marcaron su actuación en tierras francesas.
Tapia y Coello se toman la revancha
En el cuadro masculino, Agustín Tapia y Arturo Coello volvieron reinar después de coronarse en Valladolid la semana pasada. Lo hicieron por partida doble, levantando el trofeo y vengándose de Galán y Chingotto, quienes les habían derrotado en la final del Major de Roma. Esta vez, el dúo hispano-argentino mostró su versión más sólida, revirtiendo varios breaks en contra para acabar imponiéndose.
No fue un camino fácil. En cuartos de final, estuvieron al borde del abismo frente a Jon Sanz y Momo González, que dispusieron de varios puntos de partido que no lograron cerrar. Y eso frente a los 1 es jugar con fuego. Tapia y Coello cerraron el partido tirando de épica y solventaron la papeleta.
Paquito, KO en semifinales
La nota amarga la puso Paquito Navarro, que tras una gran victoria en cuartos junto a Lucas Bergamini ante Yanguas y Coki Nieto, se lesionó y no pudo disputar las semifinales. Una verdadera lástima, ya que su rendimiento en los últimos torneos estaba siendo notable y parecía reencontrarse con su mejor versión.
Otras parejas a destacar
- Jon Sanz y Momo González merecen una mención especial. Su nivel ante Coello y Tapia rozó la heroicidad. Están demostrando que pueden competir contra cualquiera, y con un poco más de acierto, podrían haber sido la gran sorpresa del torneo.
- Goenaga y Caldera, finalistas en el femenino, consolidan su buen momento de forma. Aunque cayeron en la final, su consistencia y compenetración siguen en alza.
El público francés respondió, las gradas vibraron y el circuito sigue creciendo, sumando capítulos que engrandecen este deporte. Y si algo queda claro tras esta cita, es que el pádel de élite está cada vez más abierto, más joven… y más apasionante.